ESCUCHA TU SILENCIO
Desde que nacemos vivimos esclavos del estímulo. ¿Qué quiere decir que somos esclavos de los estímulos? Quiere decir que nuestra atención está dirigida todo el tiempo hacia fuera en busca del estímulo que mejor nos haga sentir, o que mejor satisfaga nuestra necesidad momentánea. Es así, como nos olvidamos de mirar dentro de nosotros, ya que, ¿para qué?, ¿verdad? Nos convertimos en insaciables buscadores de estímulos que nos proporcionen satisfacción de necesidades fisiológicas y sexuales, necesidades de aceptación y validación, de amor, de reconocimiento, de crecimiento intelectual y creativo etc. ¿Qué sucede al funcionar así? Pues que celebramos en nuestra evolución personal lo que la sociedad juzga que es digno de celebración; dedicamos tiempo a lo que la sociedad juzga que es digno de dedicar tiempo; en definitiva: damos importancia a lo que la sociedad juzga que es importante.
Escuchar tu silencio implica poner la mirada dentro. En el silencio de tu interior. Ver qué surge de allí. Es un sonido casi imperceptible, sobre todo al principio. El exterior hace mucho ruido y lo que llevas dentro es apenas audible. Sin embargo, con el tiempo descubrirás que dentro de ti puedes dar con una paz que el exterior no ofrece. Y con esa paz, vendrán respuestas mucho más contundentes. Es la paz que te libera del estímulo.